El duelo es una respuesta natural y humana ante la pérdida, un proceso de adaptación que todos enfrentamos cuando experimentamos una pérdida significativa.
Aunque culturalmente solemos asociarlo principalmente con la muerte, el concepto de duelo es mucho más amplio. A lo largo de nuestras vidas, nos encontramos con diversas pérdidas, como la separación de una pareja, la pérdida de un empleo, un cambio de residencia, cambios vitales o incluso la desaparición de un objeto que tenía un valor emocional para nosotros.
Y es precisamente esto último lo que nos ayuda a entender el duelo, conectar con nuestras emociones y comprender el significado que esa pérdida tiene en nuestra vida.
- ¿Qué supone para mí haber perdido ese trabajo donde me sentía valorada?
- ¿Qué supone para mí perder el vínculo con una amiga que ha sido tan importante en mi vida?
- ¿Qué pierdo cuando me voy a vivir a una ciudad completamente nueva?
Es importante no juzgar(me) por el dolor que estoy atravesando y naturalizarlo.
Entender que todos experimentamos el duelo de manera diferente, y no hay una forma correcta o incorrecta, hay tantos duelos como personas.
Reacciones que experimentamos durante el duelo
Algunas de las reacciones que podemos experimentar es:
- Tristeza
- Culpa
- Shock
- Enfado
- Impotencia
- Alivio
- Opresión en el pecho
- Vacío en el estómago
- Falta de aire
- Pensamientos recurrentes de esa persona
- Pensar constantemente el porqué
- Sueños donde aparece la pérdida
- ganas de aislarme o por el contrario ganas de estar con personas para distraerme…
Como ves, las reacciones son muy amplias.
Las etapas del duelo
Como se ha mencionado anteriormente, existen muchos tipos de duelo, pero el duelo por la muerte suele ser el más doloroso debido a su carácter irreversible. A continuación, se abordará el trabajo en el duelo desde esta perspectiva (aunque se puede aplicar a cualquier duelo).
En el trabajo con el duelo, se pueden identificar varias etapas:
- Aceptar la realidad de la pérdida.
El impacto de la pérdida puede ser tan abrumador que, en ocasiones, nos protegemos del dolor entrando en un estado de negación. Aceptar no significa que deje de doler, sino que nos permite reconocer lo ocurrido
- Reconocer y procesar las emociones.
Muchas personas tienden a suprimir su dolor, lo que puede dificultar la evolución del duelo y aumentar el sufrimiento. Es fundamental dar espacio a nuestras emociones y vivencias, reconocer mi rabia, mi tristeza, mi enfado, mi anhelo…
- Adaptarse a un entorno sin la persona fallecida.
Es decir, reajustar ciertos aspectos de nuestra vida y cómo será a partir de ahora nuestra vida y rutinas sin esa persona.
- Reubicar a la persona fallecida.
Esto significa encontrar un lugar para esa pérdida dentro de nuestra experiencia. Muchas personas se resisten a este proceso por miedo a olvidar a la persona que han perdido, pero reubicar no es olvidar, es integrar.
Procesar el duelo no es olvidar, sino integrarlo en mi vivencia.
En la sociedad de lo inmediato, tenemos prisa por estar bien tras una pérdida, muchas personas sienten la presión de «superarlo» rápidamente, como si hubiera un tiempo límite para el dolor. Esto puede llevar a la negación de los sentimientos y a una falta de procesamiento emocional.
Y yo me pregunto:
¿Por qué hay tanta prisa? ¿Por que no nos damos el tiempo necesario?
Precisamente para permitirnos sentir ese dolor y esa perdida me gustaría compartir con vosotros un ejercicio
Ejercicio: Sentir el duelo
Material necesario: Papel y bolígrafo (o tu móvil, si prefieres escribir allí).
Instrucciones:
- Busca un momento y un lugar tranquilos, donde no te interrumpan.
- Respira profundo unas tres veces para centrarte en ti.
- Escribe una carta dirigida a aquello o a quien has perdido.
Puedes empezar con frases como:- «Hoy quiero contarte cómo me siento…»
- «Me duele haber perdido…»
- «Te agradezco por…»
- «Me cuesta aceptar que…»
- No te preocupes por escribir bonito o perfecto. Escribe como te salga, con tus palabras, con tus emociones.
- Cuando termines, puedes:
- Guardar la carta en un lugar especial.
- Romperla si sientes que necesitas soltar.
- Leerla en voz alta si quieres darle más fuerza al acto.
Objetivo:
Poner en palabras tu dolor te ayuda a procesarlo y a darle un espacio más sano dentro de ti.
Por último, os comparto una frase que escuché una vez, que decía:
“el duelo es elprecio que pagamos por amar”.
Si ves que esa perdida te desborda, que sientes que no puedes seguir adelante, que tienes un bloqueo emocional, no dudes en pedir ayuda profesional.
En nuestro gabinete de psicología online, sabemos que gestionar el duelo no es fácil, pero con las herramientas adecuadas, puedes empezar a integrar esa perdida poco a poco. Nuestras psicólogas online están aquí para acompañarte en cada paso del proceso, ayudarte a transitar cada una de las etapas del duelo brindándote el apoyo que necesitas y herramientas para manejarlo.
Para que nos conozcas un poco más te dejo el enlace para que puedas reservar tu SESIÓN DE VALORACIÓN GRATUITA
